Todos nos dedicamos a cobrar deudas: ¿No hay alguien que te debe algo?
¿Una excusa ¿Una segunda oportunidad? ¿Una explicación? ¿Una palabra de
gratitud? ¿Un matrimonio feliz? Jesús no pregunta acerca de la realidad
de tus heridas; el problema no está en la existencia del dolor, sino en
su tratamiento. Las relaciones no prosperan por castigar al culpable,
sino porque el inocente otorga misericordia. Si alguna vez oíste el
mensaje “Cristianos de burbuja”, esta podría ser la continuación. Un
mensaje extraordinario.
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http://depositfiles.com/files/dw72vcijm
lunes, 10 de diciembre de 2012
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