Si eres casado, no te habrá llevado mucho tiempo el saber que tu cónyuge
es un poco “fallado”. Y él ha notado lo mismo de ti. Cuando los niños
nacen, las madres dicen: “¡Es perfecto!”, pero todos sabemos que tener
diez dedos en las manos y diez en los pies no es perfección. Si fuiste
llamado al ministerio, no tardaste en darte cuenta que no todo era
glamour y unción. A lo mejor no estás alcanzando tus sueños, porque te
has divorciado de tu realidad. Un clásico.
Descargar aqui:
http://depositfiles.com/files/wl8zj62xg
lunes, 10 de diciembre de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario