El cuidador de un faro recibía aceite una vez al mes, para mantener la
llama del faro ardiendo. Una vecina le pidió aceite para calentar su
casa. Un padre necesitaba aceite para su lámpara y alguien más necesitó
aceite para lubricar una rueda. Cerca de fin de mes el faro se apagó y
varios barcos se estrellaron. Al cuidador le recriminaron: “Se te da el
aceite por una sola razón: queremos mantener el faro ardiendo”. ¿Sabes
para qué se te dio el aceite a ti?
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http://depositfiles.com/files/l3op8eupk
lunes, 10 de diciembre de 2012
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