La vida cristiana no es una carrera de 100 metros, es una maratón de
resistencia. Los que son constantes son los que permanecen. Golpea.
Golpea. Golpea. Lanza la saeta de la oración una y otra vez. No te
detengas a mitad de la batalla. Un mensaje que te alienta a seguir
golpeando… hasta el último round.
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http://depositfiles.com/files/4wjtuyknk
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