La misericordia de Dios es abundante, pero en ocasiones, entramos en la
“tolerancia cero” del Señor. Hay solo una ocasión en la que Dios voltea
las mesas de los cambistas violentamente, o saca el pecado a la luz,
delante de todos. Cuando se mezcla lo santo con lo profano. Los ojos y
la lengua: esos hábitos que te pueden costar la integridad. Uno de los
mensajes más frontales.
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jueves, 6 de diciembre de 2012
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