Las tradiciones con frecuencia nos llevan a hacer y creer cosas que en
algún momento tuvieron una función y hoy solo son objeto de adoración,
como aquella serpiente de bronce que Jehová le pidió a Moisés que
construyera para salvar al pueblo de Israel. Estas tradiciones se
convierten en ‘vacas sagradas’ que no se discuten, no se objetan y no
están sujetas a debate. Pero hoy el Señor nos dice que no se debe buscar
un lugar, un objeto o una persona para idolatrar; hay que romper con
tradiciones e idolatrías y adorar al Padre en Espíritu y en Verdad.
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http://depositfiles.com/files/gos9m247z
viernes, 21 de diciembre de 2012
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