A veces erigimos fortalezas o murallas en nuestras vidas, que no podemos
vencer. A veces es un hábito oculto; otras, una etiqueta de
“alcohólico”, “divorciado”, ó “pecador”, que nos impide crecer y
progresar. ¿A cuántos les gustaría que Dios escribiera un ‘sin embargo’
en su biografía? Nació alcohólico, sin embargo nunca más volvió a tomar.
Nació con un cáncer, o con una enfermedad hereditaria, sin embargo Dios
hizo la sanidad y a partir de él cambió todo su linaje sanguíneo en
toda su descendencia. Sin embargo… Dios hizo un milagro.
Este mensaje te incita a matar las voces de los jebuseos y a construir acueductos para derribar fortalezas y cerrar la mente....
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http://depositfiles.com/files/52pmq4zhn
lunes, 10 de diciembre de 2012
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