¿Qué ocasionó el llanto de Jesús? No llora por la muerte de su amigo
Lázaro, ni por la tristeza de Marta y María. Llora por la incredulidad
de quienes están en su círculo más intimo. Este mensaje es para los que
dicen “¿Sabe? Si el Señor hubiese intervenido, yo no tendría las crisis
que estoy teniendo”. Dios no ha cambiado, y si Él ha intervenido en tu
vida en el pasado, volverá a hacerlo ahora. Pero tú debes primero hacer
tu parte. ¡Mueve la piedra! ¡Dale al Señor tu voto de confianza! Un
mensaje retador.
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martes, 4 de diciembre de 2012
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